miércoles, 27 de agosto de 2014

Conversaciones con mis órganos...

Tras las entrevistas con mis pensamientos parte 1 y parte 2, ahora llegan las conversaciones con mis órganos. Si, cuando creías que no se podía estar peor de la cabeza, aquí vengo con estas tonterías. Ojo, tonterías, pero totalmente ciertas.

Yo: Hola estimado estómago. Tengo una pregunta para ti, últimamente te noto muy alterado, no me dejas vivir tranquilo, y sin ningún tipo de acritud te pregunto: ¿Por qué no dejas de darme por el culo?

Culo: Ya estamos, ¿Tengo que salir en todas tus conversaciones? ¿En casi todas tus frases? Que si a éste lo voy a mandar a tomar por culo, que a este otro le den por el culo, que si culo por aquí, culo por allá. ¿No puedes utilizar a otra parte del cuerpo cuando te cabreas con alguien? ¿Eh? 

Yo: Oye querido culo no estoy hablando contigo. Así que vete a tomar por... 

Estómago: ¡Por culo! ¡Culo vete a tomar por culo! ¿Que tal Fran? A ver, te lo voy a explicar lo más claro posible, para que veas que la culpa no es mía. Yo proceso todo lo que comes, y no solo lo que comes, sino hasta lo que sientes. ¿Sabes cuando escribes en este blog tonterías emogays para provocar la lágrima fácil en la gente que te lee? ¿Cosas como "el amor es como un puñetazo en el estómago" y demás gilipolleces como esa? Pues luego no quejes GI-LI-PO-LLAS.

Yo: Vamos a ver, es que últimamente me llevas de culo.

Culo: Y dale...

Yo: Y no me dejas levantarme de la taza del wc, por no hablar cuando me haces vomitar casi sin previo aviso.

Estómago: Eh! eh! eh!, por partes. Lo de los vómitos... aaah, bueno, eso te lo acepto y te lo explico cuando quieras Mr. Jagermeister. Peeeeero lo de ir tantas veces a cagar eso si que no te lo consiento. Eso es culpa de tu puto intestino irritable.

Intestino: ¡Me cago en Dios, me cago en Dios, me cagooooo en Dioooooossss! ¿Irritable yo? ¿Irritable yo estómago hijo de puta? ¿Me vas a decir que yo me irrito? Pedazo de imbécil! A mi déjame tranquilo joder!

Estómago: ¿Lo ves?

Intestino: ¿Lo ves, lo ves? ¿Que ves pedazo de gilipollas? Deja de echarme mierda que estoy harto!!!

Estómago: Yo no te echo mierda, sino comida procesada correctamente, la mierda es tuya.

Intestino: Vete a tomar por culo!

Culo: ¡Ya estamos otra vez!

Yo: Eh! calma! Así no se puede hablar con vosotros, me tenéis hasta los huevos.

Huevo derecho: Ya sabíamos que al final también saldríamos nosotros en la conversación.

Huevo izquierdo: Ya te digo, siempre igual...

Intestino: ¿Desde cuando los huevos hablan??? Puta mierda de cuerpo que tienes Fran.

Estómago: ¿Desde cuando un intestino se irrita por cualquier cosa?

Huevo izquierdo: No solo hablamos, sino que estamos llenos de amor.

Huevo derecho: Depende del día también eso...

Huevo izquierdo: Y además nos interesan muchos temas, como la política. Como testículo situado a la izquierda, espero que votes a Podemos Fran.

Yo: Me da mucho por culo la política, no sé que haré.

Culo: Y otra vez me nombras para ofender!!!

Y así es como queda demostrado que mi cuerpo es un puto caos, igual que mi mente. Así que no sé como coño acabaremos... 

Intestino: ¡Menos mal que no tienes coño! si no seguro que también se apuntaba a la conversación de los cojones!!

Huevo derecho: Vete a tomar por culo! No somos cojones somos testículos... hasta la polla estamos de todo...

La respuesta de la polla... próximamente!





martes, 12 de agosto de 2014

lunes, 4 de agosto de 2014

Lo que mereces

Si todos tuviéramos lo que merecemos, no habría niños muertos en Gaza, habría muchos políticos colgados por las pelotas en este país y tú que ahora me estás leyendo follarías diez veces más de lo que follas, es decir, un polvo al mes al menos. Pero por más que te esfuerces, nunca tendrás lo que realmente mereces, hay que aceptar que una parte de la vida no la eliges tú, sino el azar y el mundo que te rodea. Yo no creo que merezca tanto halago por mis trabajos. En realidad lo que mejor se me da, es lo que no enseño.
Tampoco merezco tanta hostia en algunos aspectos, pienso que las hostias se las deberían llevar otros, pero eso me lleva de nuevo a los niños de Gaza, los políticos y lo poco que follas, y a pensar una vez más que hay aspectos de tu vida que no vas a poder controlar, y que elementos externos, en algunos casos no ajenos a ti, van a terminar jodiéndote. Es así, y es mejor aceptarlo. 
Es una reflexión estúpida que he pensado mientras rascaba los millones de mosquitos pegados al parabrisas de mi coche. Ellos no lo merecían, pero han acabado desintegrados por algo que no esperaban, pero que siempre estuvo ahí para cruzarse en su camino en el momento más inesperado.