domingo, 7 de abril de 2013

La buena música

La verdad, no sigas leyendo esta entrada puesto que no voy a decir nada que no haya dicho nadie ya. Pero me apetecía escribir sobre la música y su poder para provocar sensaciones. Me considero alguien con un gusto musical "bueno". Es decir, no escucho la mierda de basura que ponen en Los 40, Cadena Dial y demás emisoras vomitivas, en la que ponen música para borregos. 
Si escuchas alguna de estas emisoras, o si te gusta música del tipo Alejandro Sanz y sucedáneos, o el Pitbull ese al que con solo verlo dan ganas de ponerse a repartir hostias, sinceramente, no tienes ni puta idea de música. Y no digo que yo la tenga, pero desde luego no me considero un borrego, no al menos de ese nivel musical tan deprimente. De hecho hay géneros musicales que no deberían ser considerados ni música. 

La buena música es otra. Da igual el estilo, da igual si te gusta el rock, el metal, el indie, el pop británico, la electrónica... en realidad diría que casi todo es válido, salvo el pop español del tipo Oreja de Van Gohg, etc, etc. Yo tengo gustos musicales muy dispares, y un día puedo escuchar a Nine Inch Nails, como al rato puedo ponerme algo Los Planetas. Lo importante al final son las sensaciones que te transmiten. Es increíble la capacidad del cerebro de transportarnos en el tiempo y el espacio con tan solo escuchar una canción. 
Yo tengo algunas favoritas, de esas que solo yo sé que son mis favoritas y nadie más conoce. Bueno, o tal vez una persona, pero solo esa persona.

Creo que la música es una forma de comunicación. Pero no con el cerebro, sino con el alma. Puedes estar jodido y escuchar una canción como esta y automáticamente comenzar a sentirte bien. O bien puedes estar jodido y escuchar esto e irremediablemente sentir unas ganas de saltar por la ventana casi irreprimibles. 
Pero si te das cuenta lo que hace la música es tocarte ciertas teclas (nunca mejor dicho) que te hacen cambiar el ánimo. Pocas cosas consiguen eso. El arte en general, y la música en particular, son de las pocas creaciones del ser humano capaces de tocarte el alma. Para tocarte los cojones ya tenemos a Rajoy.

La música te puede recordar a tu infancia, a cuando tu padre ponía la cinta de cassette en el coche, o a tu primer amor, a tu primer desamor, a una muerte, a una persona, a un sentimiento, a un momento concreto. Ese poder nada más lo tiene... quizá el olor, el olor puede transportarte del mismo modo. ¿No os pasa que un olor automáticamente os puede recordar a una persona? ¿Y que una canción logra lo mismo? La hostia sería lograr canciones con olor, pero eso ya es una rayada mía.

Yo creo que tengo tres canciones clave en mi vida. Una destaca por encima de todas ellas, tanto que voy a hacerme un tatuaje con su título, y ya es mala suerte que el título es largo de cojones, por lo que me tocará sufrir. No podía haberse titulado con una palabra de dos letras, no, 19 letras tiene el titulico... 
No hay nada como escuchar esa canción. Porque esa canción es alguien, esa canción tiene alma. Y no me quiero poner en plan melodramático, pero la tiene, esa canción contiene sensaciones que ninguna otra tendrá jamás. Y no, no voy a decir que canción es, pues como he dicho antes el significado de esa canción no lo conocen más de dos personas, y ahora que este mierda-blog está teniendo éxito no quiero que se entere todo el mundo.

Y esto me lleva a una última reflexión. Jóvenes que vais por la calle escuchando reggeaton (o como coño se escriba) en el móvil, pero sin cascos, para que todos lo disfrutemos... ¿de verdad con una canción de esas puedes sentir todo lo que acabo de contar? ¿No prefieres escuchar esto a cualquier mierda de esas que escuchas? O tu que escuchas al Sueño de Morfeo, ¿de verdad no prefieres escuchar algo como esto?

Escuchad buena música. La buena música te da vida, o también te la quita, pero te hace sentir. Cosa que la gente no hace habitualmente, sentarse a escuchar una buena canción y sentir...